Crianza del avestruz se asienta en Cochabamba

 
Roberto Canchari, tiene 22 años y es estudiante de Veterinaria y Gastronomía. Invirtió 7 mil dólares en octubre del año pasado y se trajo tres avestruces y cinco huevos de Santa Cruz a su terreno de Bella Vista, en Quillacollo. Un año después tiene ocho avestruces (los pollos crecieron a una velocidad increíble y ya casi son adultos).

Es cierto, al llegar a Quillacollo, las aves pusieron cinco huevos que no fecundaron, probablemente por el estrés del viaje, pero Roberto los vendió a 300 bolivianos cada uno a un chef de comida gourmet. Ahora las hembras están nuevamente en celo.

Roberto es uno de los nueve cochabambinos que integran actualmente Asoavestruz y están encaminados en un negocio que lentamente se va asentando en el departamento y que promete mucho. Como él, otros nueve inversionistas en Cochabamba (en Villa Tunari, Ivirgarzama, Arani y la periferia de la ciudad) y 31 en todo el país conforman la Asociación de Avestruces (Asoavestruz).

La asociación está presidida por el médico veterinario de nacionalidad colombiana, Enrique Galindo, quien, hace nueve años, con un consorcio boliviano y un capital de 200 mil dólares introdujo en el país estas aves de la especie African Black, las cuales, en conjunto, perfectamente superan las 1.500 aves en Bolivia con un movimiento económico anual de 350 mil dólares.

Galindo está convencido de que el avestruz representa un nuevo campo de inversión en el país y que es rentable desde todo punto de vista. Se venden en tríos (un macho, que es sexualmente activo, y dos hembras). El trío puede costar entre 5.000 y 7.000 dólares, pero cada hembra pone hasta 40 huevos por año, con la posibilidad de 80 nuevos polluelos, que en un año estarán listos para el sacrificio y proporcionar 50 kilos de carne que se vende a 80 bolivianos el kilo.

Además, el cuero es otro artículo de alto costo para hacer chamarras, cinturones, billeteras y otros artículos exóticos de exportación. Actualmente, Asoavestruz tiene un convenio con la empresa Tommy para el curtido de sus primeras pieles. La confección deberá hacerse en el extranjero, pero, según explica Galindo, la idea es que Asoavestruz cuente con su propia marroquinería, y eso se puede lograr en menos de un año. Ya están hechas las gestiones, no es una posibilidad, es un proyecto, garantiza Galindo.

Además, están las plumas, para trajes folklóricos, que a diferencia de otras aves, no están prohibidas por ser animales de granja y mudan plumaje dos veces por año.

También cuenta el aceite, bajo en grasas e ideal para terapias.

Finalmente están los huevos, grandes como una pelota de fútbol, que pueden ser incubados en un laboratorio de Santa Cruz, que cobra un huevo por cada tres eclosionados. Los que no fecunden, como en el caso de Roberto, pueden ofrecerse para comida gourmet. Y hasta la cáscara, si se la conserva entera sirve para hacer adornos. De esto da testimonio Gonzalo Muñoz, un criador cochabambino con su granja en Camiri (Santa Cruz). Él y su esposa Margarita Caballero decoran los huevos vaciados y los venden en el aeropuerto Jorge Wilstermann con precios que oscilan de entre los 100 y 250 bolivianos, según la complejidad de la elaboración (la misma demora un par de horas). Según Galindo, estos huevos pueden perfectamente llegar a costar 50 dólares en el mercado internacional. Está contento por las ventas y el hecho de que no se desperdicie nada de las aves.

INVERSIONISTAS

Gonzalo Fernández es otro inversionista que compró dos tríos en octubre pasado y los llevó a su hacienda en Arani.

Actualmente, cuenta con 10 crías en desarrollo. En otras zonas de Cochabamba se encuentran Elio Arias, Gonzalo Muñoz, Silvano Bartolini y Charleano Mota, además de Sergio Bustamante en Ivirgarzama, y Roberto Vega en Villa Tunari, cada uno de ellos con dos tríos.

CRIANZA

La crianza del avestruz es relativamente sencilla, puesto que sólo se necesita un terreno de una hectárea por trío y una alimentación similar al de una vaca (hierbas y cereales). Se calcula una inversión de 200 dólares por ave. Para quienes estén interesados en el tema, Asoavestruz ofrecerá un seminario sobre el tema el próximo 10 de octubre.

CONTACTOS

La comercialización de avestruces la ejecuta la empresa Innova Agropec, que ofrece los tríos para todo el país, con la factura incluida.

Asoavestruz es la asociación sin fines de lucro destinada a la promoción de la crianza. Más informes en 75150326 o en Facebook/asoavestruz.



LOS INVERSIONISTAS EN COCHABAMBA LOGRAN SUS PRIMEROS RESULTADOS EN LA CRIANZA DEL AVESTRUZ

El viaje desde Santa Cruz

La granja principal de avestruces se encuentra en Santa Cruz, camino a La Guardia, con más de 1.000 ejemplares. Desde allí, los compradores llevan sus aves a otros lugares del país. Los avestruces se adaptan a todos los climas.

En la granja de Arani

Gonzalo Fernández adquirió dos tríos de avestruces el año pasado para su granja en Arani y cuenta actualmente con otros 10 polluelos, que prácticamente ya son adultos. Espera que sigan creciendo para destinarlos a carne y procreación.

Nuevas camadas en Bella Vista

Roberto Canchari, en su granja de Bella Vista, logró sus primeros cinco avestruces a partir de un trío adquirido en octubre de 2014. Admite que aún no tiene réditos pero la nueva camada es su esperanza. Piensa comprar polluelos.

Venta de huevos decorados en el aeropuerto

Gonzalo Muñoz, junto con su esposa Margarita Caballero, pintan huevos de avestruz, previamente vaciados y los ofrecen como artículos ornamentales en el aeropuerto de Cochabamba. Según la com plejidad cuestan entre 100 y 250 bolivianos.

Curtido en la fábrica Tomy

Los socios de Asoavestruz firmaron un contrato con la empresa Tomy, para que ésta le haga el curtido del cuero de avestruz. El proyecto de la Asociación es contar con su propia marroquinería para elaborar productos dentro del país.


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